Muchas ciudades han cerrado sus restaurantes por la pandemia y toca comer en casa. Ningún alimento previene ni cura el Covid-19 pero una alimentación saludable sí es un elemento clave para tener un sistema inmunitario fuerte que ayude a combatir posibles infecciones, especialmente entre las personas mayores.

¿Qué tenemos que comer para estar más sanos? Lo dice el sentido común y lo dice la Organización Mundial de la Salud: limita el consumo de azúcar, de sal y evita los alimentos procesados. Cuantas menos grasas, mejor.

La OMS recomienda comer todos los días cereales integrales (trigo, maíz o arroz), legumbres, verduras y frutas, a lo que hay que añadirle carne, pescado, huevos o leche en función del día. Para el picoteo entre horas lo mejor es tomar hortalizas crudas –una zanahoria por ejemplo-, fruta fresca o frutos secos sin sal.

Dentro de la carne es mejor la de ave porque tiene menos grasa que la de cordero, ternera y cerdo, aunque tampoco es necesario que esté comiendo todo el día pollo con arroz como defienden algunos deportistas. La leche y los yogures, mejor desnatados o semidesnatados, y el bote de galletas industriales lo más lejos posible.

Hay mucho debate sobre la sal y el azúcar. Los expertos recomiendan no tomar más de 5 gramos de sal al día, es decir, una cucharada pequeña incluyendo todo tipo de salsas saladas. En este sentido, es preferible darle un toque a las comidas con hierbas o especias que vaciando medio bote de sal.

En el caso del azúcar, cuanta menos mejor. Y no olvide que hay mucha azúcar, por ejemplo, en los refrescos, en los zumos o en alimentos insospechados como el tomate frito. Beber agua es lo más sano que hay y, además, evita engordar.

Por ahora no hay estudios que demuestren que se puede coger el Covid-19 a través de la comida, pero en cualquier caso la OMS recomienda mantener siempre los alimentos limpios, separar los crudos de los cocinados, cocinar completamente los alimentos, mantenerlos a temperaturas seguras y utilizar agua y otras materias primas que sean seguras.

La virtud está en el término medio. Si no tiene ninguna dolencia específica puede darse algún capricho de vez en cuando pero recordando que cuanto más cuidemos nuestro cuerpo más posibilidades tenemos de disfrutar de una mayor calidad de vida.

Información elaborada por Angel Recio.