Las Personas Mayores son las más proclives a sufrir accidentes en las calles, bien por caídas o por atropellos, y muchos de ellos son graves e incluso mortales. Tienen menor capacidad de reacción ante cualquier imprevisto, ven y escuchan menos, son víctimas propicias para cualquier desalmado que quiera atracarles…
En el mundo mueren al año unas 684.000 personas por caídas, según datos oficiales de la ONU, y el colectivo más afectado son las Personas Mayores de 60 años. De hecho, Naciones Unidas señala que cada año se producen 37,3 millones de caídas en el planeta con suficiente gravedad como para requerir una atención médica.
Las Personas Mayores tienen que ir con mil ojos por la calle, pero la probabilidad de tener algún percance disminuye si se siguen las recomendaciones de los expertos.
¿Cuáles son esos consejos? Pues uno de ellos es ir despacio, sobre todo en aquellos lugares en los que puede ser más complicado circular como las aceras con boquetes, bordillos, escaleras, pendientes, etcétera. Es importante que las Personas Mayores utilicen un calzado cómodo y que sea seguro y, si fuera necesario, que utilicen un bastón. Hay que dejarse de estéticas y ser prácticos. Si hay que ir con muleta, se va, porque siempre es peor caerse.
Pedir ayuda si es necesario
No hay que tener tampoco pudor a la hora de pedir a alguien que le acompañe si la Persona Mayor no se encuentra con fuerza como para desplazarse sola. Los expertos dicen que es aconsejable que los mayores no lleven bolsos o adornos de valor colgados que puedan llamar la atención, ya que lamentablemente hay muchos tironeros que podrían intentar robarles. En muchas ocasiones dan el tirón y empujan a la Persona Mayor al suelo, provocándole fracturas y otro tipo de lesiones.
Si la Persona Mayor va a usar transportes públicos como el metro o el autobús debe pedir ayuda a otras personas para subir o bajar en caso de que lo necesite, utilizar los pasamanos en las escaleras y no correr para coger, por ejemplo, un autobús que se está yendo de la parada ya que la Persona Mayor puede caerse, hacerse algún esguince o ser atropellada por otro vehículo. Lo mejor en esos casos es ser paciente y esperar al siguiente autobús.
Es también relativamente frecuente ver a Personas Mayores que cruzan la calle sin mirar o por zonas no autorizadas. Los conductores deben, lógicamente, extremar las precauciones al ver a una Persona Mayor, partiendo además de la base de que suelen cruzar a una velocidad más lenta.
Los expertos apuntan que también es recomendable, a la hora de salir a la calle, que las Personas Mayores lleven encima una tarjeta identificativa con información sanitaria propia (si padece algún tipo de enfermedad o es alérgico a algún medicamento), personas de contacto a las que avisar en caso de accidente o, sobre todo si se sale al campo, llevar consigo un teléfono móvil para poder estar localizable.
Es importante además que la Persona Mayor se cuide y que esté atenta a los aparatos que pueda utilizar, es decir, si hace algo de ejercicio siempre estará más ágil que si no lo hace y eso le puede ahorrar sustos. También es básico comprobar que las gafas o el audífono, en caso de ser usados, estén en perfectas condiciones.
Información elaborada por Angel Recio