Los cuidadores son personas excepcionales y una de ellas es Antonio Méndez, al que la Fundación Juan Cruzado-Vértice Salud decidió concederle una Mención Honorífica del Premio Vida Sénior en la categoría de Cuidador-10 por la labor realizada con su familia durante tantos años.
Antonio cuidó primero de sus padres, con otros tres hermanos, y, ya casado, pasó a cuidar sus suegros llevándoselos a vivir con ellos. Ana, su suegra, padecía demencia senil y, tras fallecer en 1996, aparecieron los primeros síntomas de Alzheimer en Francisco, su suegro, al que cuidó con abnegación junto a su esposa Carmen durante una década hasta que finalmente perdió la vida en 2006.
Carmen, su esposa, fue diagnosticada de fibromialgia, síndrome de Raynaud y Lupus a los 58 años, y Antonio pasó a ocuparse de todas las tareas de la casa para que Carmen pudiera descansar. En 2018 Carmen sufrió un ictus y también padece Alzheimer.
Antonio Méndez está entregado en cuerpo y alma al cuidado de Carmen y cuenta su hija Inmaculada que los fines de semana y en verano se la lleva a una pequeña finca en Coín porque allí la ve feliz.
Carmen es usuaria del centro de día de la Fundación y Antonio no sabía nada del premio, ya que fue una sorpresa. Cuando la presentadora de los premios, Tania Cañas, narró su historia y su nombre, Antonio no cabía en sí de la emoción. Muchas gracias pero yo no me merezco esto. Son circunstancias de la vida y nada más”, dijo llorando ante el tremendo y merecido aplauso de los asistentes.
Información elaborada por Angel Recio