¿Qué es el modelo de Atención Centrada en la Persona?¿Cómo se aborda en Fundación Juan Cruzado ?

 

La atención centrada en la persona es un enfoque de la intervención en el que las personas usuarias se convierten en el eje central de la organización del centro o servicio y de las actuaciones profesionales. Como enfoque reconoce una serie de principios o enunciados que orientan el modo de hacer.  Integra diferentes modelos de atención profesionalizada, es decir maneras de entender y organizar la acción profesional, que asumiendo este enfoque buscan mejorar la calidad de vida de las personas mayores que precisan cuidados.  Incorpora nuevas metodologías, nuevas maneras de hacer, que aportan un conjunto de técnicas e instrumentos que facilitan la atención integral personalizada. (Teresa Martínez, gerontóloga).

 

En el contexto de cuidados a personas mayores en situación de dependencia, el plan de atención y vida es un instrumento que pretende ir más allá de los planes de cuidados individualizados donde se recogen una serie de necesidades asistenciales, ofreciendo apoyos para que la persona, según sus capacidades y valores pueda seguir teniendo control sobre su vida y cuidados cotidianos.

El plan de atención y vida se convierte en los modelos de atención centrada en la persona, en un instrumento de diálogo entre la persona usuaria, su familia y los profesionales. Un medio para coordinar las actuaciones de todos los implicados en la atención y especialmente para orientar las intervenciones profesionales, de modo que además de atender las necesidades de cuidado observadas, se faciliten apoyos personalizados para que la persona pueda seguir adelante con su proyecto de vida y sea atendida de una forma acorde a sus valores y preferencias.

 

Hace tiempo que el modelo de trabajo tanto en los centros residenciales como en los centros de día están cambiando, dejando de ser un centro institucional o clínico para convertirse en un hogar.  Para ello es importante adaptar el funcionamiento y los tiempos a cada usuario respetando siempre la decisión de las personas.

 

Para poder adaptar las actividades básicas de la vida diaria y las intervenciones en los talleres necesitamos al personal de referencia.  El roll de persona de referencia suele asumirla un auxiliar de enfermería o gerocultor por pasar mayor tiempo de atención directa con el usuario y así poder establecer, junto con el resto de profesionales, un plan de cuidados individualizado y actividades adaptadas a sus necesidades y bienestar.

 

En nuestro centro, tras la historia de vida se asigna un personal de referencia lo más afín posible al usuario.  Es la persona que hace la primera acogida al usuario presentándose como tal y presentando al resto de compañeros tanto usuarios como profesionales.  Los comienzos siempre son complicados y hay que ponerse en el lugar de los demás, tenemos que pensar que el usuario entra a un centro donde hay más de 50 personas desconocidas y sin saber dónde dirigirse cuando necesita algo.  Es por ello, que durante su adaptación, el personal de referencia prestará una especial atención a su usuario detectando sus necesidades y haciéndole la estancia lo más agradable posible hasta su adaptación

 

La comunicación con la familia adquiere un papel mucho más importante cuando el usuario padece algún tipo de demencia. La demencia implica un deterioro cognitivo degenerativo, que afecta a las capacidades funcionales del sujeto y a las funciones cognitivas superiores (como la memoria, el lenguaje, las funciones ejecutivas, las praxias o la orientación), conllevan una importante pérdida de autonomía, bienestar y calidad de vida de las personas que los sufren e influyen directamente en la autonomía de la persona y su vida cotidiana (Fundación Pilares).

 

Por ello el personal de referencia debe conocer los hábitos, costumbres, necesidades… a través de la familia, las historias de vida y los cuidados diario, todo esto se consigue teniendo una fluidez constante en la comunicación con las familias y cuidadores. Un ejemplo puede ser el siguiente:  Se incorpora una señora que jamás ha comido pollo, pero por su deterioro cognitivo si lo comiese no diría nada.  Gracias a la historia de vida la señora puede mantener este hábito eliminando el pollo de su dieta diaria.  Algo tan simple como esto puede suponer que las comidas sean agradables para ella.  O la persona que lleva más de 30 años desayunado cuatro galletas con un café, si nosotros le ponemos unas tostadas con aceite pensando que es lo más saludable y mejor para ella puede ocurrir que la persona no desayune porque no pueda comunicar sus preferencias.

 

Por todo esto, es siempre importante que tanto familias como profesionales trabajemos siempre de la mano en beneficio de nuestro mayor.

 

Diana Valverde Soria, auxiliar de enfermería.

Fundación Juan Cruzado. 

 

 

Bibliografía:

 

-Fundación Pilares, www.fundacionpilares.org

 

-ACP gerontológica, Teresa Martínez.www.acpgerontología.com

 

-FundaciónMatia, www.matiafundazioa.eus

 

 

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