La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, debido a que el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo no la utiliza de manera eficaz. Su diagnóstico, tratamiento y control adecuado son esenciales para evitar complicaciones a corto y largo plazo.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes se produce cuando el organismo no regula correctamente el azúcar en sangre. Esto sucede por una deficiencia en la producción de insulina o una resistencia a su acción. Existen diferentes tipos que requieren enfoques distintos.
Tipos de diabetes
🔹 Diabetes tipo 1
También conocida como diabetes insulinodependiente.
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El páncreas produce poca o ninguna insulina. 
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Se requiere administración diaria de insulina. 
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Su causa no está clara y, por el momento, no se puede prevenir. 
🔹 Diabetes tipo 2
Más común en adultos.
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El cuerpo no utiliza bien la insulina. 
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Factores como el sobrepeso, la inactividad física, la genética o una alimentación poco equilibrada aumentan el riesgo de padecerla. 
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En muchos casos puede prevenirse o retrasarse. 
Síntomas más frecuentes
Los síntomas iniciales pueden variar, pero algunos de los más comunes incluyen:
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Orinar con frecuencia 
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Pérdida de peso inexplicada 
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Falta de energía 
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Sed excesiva 
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Aumento del apetito 
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Cansancio y somnolencia excesiva 
Complicaciones asociadas
Una diabetes mal controlada puede afectar diferentes órganos y sistemas:
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Daño e insuficiencia renal 
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Neuropatía (dolor y daño en los nervios) 
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Enfermedades cardiovasculares 
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Hipertensión arterial 
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Problemas dentales 
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Afecciones en pies y manos por daño nervioso 
¿Qué es la glucemia basal?
La glucemia en ayunas (o basal) es el nivel de glucosa en sangre tras al menos 8 horas sin comer. Es uno de los indicadores más representativos para evaluar el estado de la diabetes.
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Normal: menos de 100 mg/dl 
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Prediabetes: entre 100 y 125 mg/dl 
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Diabetes: más de 125 mg/dl 
¿Cómo evitar las complicaciones?
La prevención y control de los niveles de azúcar en sangre son clave. Algunas recomendaciones esenciales:
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Mantener una alimentación saludable 
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Hacer ejercicio físico regularmente 
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Tomar medicación según pauta médica 
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Realizar controles periódicos 
¿Qué hacer en caso de hipoglucemia (bajada de azúcar)?
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Si la persona está consciente: darle algo con azúcar (zumo, azúcar, miel). 
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Si está inconsciente: administrar glucagón subcutáneo (si se dispone) o llamar al 061. 
¿Qué hacer en caso de hiperglucemia (subida de azúcar)?
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Administrar insulina rápida según la pauta médica. 
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Si tras 10–20 minutos no mejora, o sigue subiendo, consultar al 061. 
Tratamiento para la diabetes
En casos de prediabetes:
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Ejercicio físico regular 
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Alimentación equilibrada: más frutas, verduras y cereales integrales; menos grasas y azúcares simples 
En diabetes diagnosticada:
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Además de lo anterior, puede ser necesario tratamiento farmacológico. 
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La alimentación sigue siendo clave: los carbohidratos son los que más elevan la glucosa. 
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Se recomienda observar la reacción individual a los alimentos para ajustar el control. 
Complicaciones por mal control
Un mal control puede provocar:
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Ceguera 
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Problemas cardíacos y circulatorios 
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Daño nervioso 
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Lesiones cutáneas como el pie diabético, una herida que puede derivar en necrosis o amputación si no se trata a tiempo. 
¿Se puede prevenir el uso de medicamentos?
En muchos casos, sí.
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El diagnóstico temprano, acompañado de cambios en la alimentación, ejercicio y pérdida de peso, puede evitar o retrasar la necesidad de medicación. 
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Incluso con tratamiento, mantener hábitos saludables ayuda a mejorar el control y reducir las dosis necesarias. 
Conclusión:
La diabetes es una enfermedad que se puede controlar con información, compromiso y seguimiento médico. El conocimiento y la prevención son aliados fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen o están en riesgo.






