El 90% de las personas con artritis son mujeres

La artritis es una enfermedad con nombre principalmente femenino. De hecho, el 90% de las  personas que la sufren son mujeres con una edad media de 51 años, si bien la dolencia se va agravando con el paso de la edad. Así se refleja en la Encuesta AR2020 realizada por la Coordinadora  Nacional de Artritis (ConArtritis) a 882 pacientes.

Esta enfermedad afecta a 420.000 personas en España y cada año se detectan 20.000 casos nuevos. Al ser una dolencia crónica no solo la sufre el paciente, sino que también requieren de una atención continua por parte de sus cuidadores –normalmente familiares- y de los servicios sanitarios, principalmente en las Personas Mayores.

La artritis altera el sueño y merma la relación social de los pacientes, lo que afecta lógicamente no solo a su salud física sino también psicológica. Según este estudio, el 31% de las personas con artritis alega que la enfermedad le supone un impacto emocional, un 29% que tiene implicaciones en el mundo laboral o académico, un 18% señala que incide a escala social, un 15% afirma que afecta a nivel familiar y un 12% que tiene problemas cognitivos.

 

La artritis afecta a 420.000 personas en España y cada año se detectan 20.000 nuevos casos

 

Más de la mitad de las personas con esta enfermedad están en activo, si bien el estudio refleja que un 25% de los pacientes tiene que dejar de trabajar en los cinco primeros años desde que le diagnostican la enfermedad, una cifra que se eleva al 40% si se le suman problemas cardiorespiratorios o psicológicos. Un 40% de los pacientes reciben directamente ayudas por invalidez.

“La mayor frecuencia de artritis en mujeres es atribuida en parte al efecto estimulador de los estrógenos en el sistema innmune. Además, situaciones de cambios hormonales como la menopausia precoz, la presencia de síndrome de ovario poliquístico y el postparto se han asociado como factores de riesgo para el desarrollo de artritis”, indica Chamaida Plasencia, especialista en reumatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Pese a la cronicidad de la enfermedad, en los últimos años se están produciendo avances que están permitiendo reducir los índices de mortalidad y discapacidad y aumentar la calidad de vida. En este sentido, están apareciendo nuevas terapias y se está incidiendo en los diagnósticos precoces. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer.

Información elaborada por Angel Recio.

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