Uno de los principales problemas de salud en personas adultas mayores, desde el punto de vista tóxico, es el abuso de alcohol, medicamentos o la combinación de ambos.
Este trastorno puede pasar desapercibido por diversas razones:
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Suelen consumir en el ámbito privado (en casa) más que en público. 
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Tal vez no tengan obligaciones visibles que se vean afectadas, como un trabajo o estudios. 
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Los síntomas pueden confundirse con otros trastornos comunes en la vejez, como la depresión o la demencia. 
¿Por qué es peligroso el abuso del alcohol?
El consumo excesivo de alcohol en la edad adulta puede tener consecuencias graves:
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Empeora la vista y el oído, ralentiza el tiempo de reacción y aumenta el riesgo de caídas y accidentes. 
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Con la edad, muchas personas necesitan tratamientos farmacológicos. Mezclar alcohol con ciertos medicamentos puede ser muy peligroso o incluso mortal. 
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Agrava enfermedades preexistentes como: - 
Hipertensión 
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Úlceras por presión 
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Enfermedades hepáticas 
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Ansiedad 
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Insomnio 
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Depresión 
 
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¿Cuándo se considera un uso indebido de medicamentos?
El uso inadecuado de medicamentos puede tener muchas formas:
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Tomarlos en exceso o sin la supervisión de una profesional sanitaria. 
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Usar medicamentos caducados o que fueron recetados a otra persona. 
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Tomar medicamentos sin receta, especialmente para tratar dolor crónico, ansiedad o depresión. 
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Consumirlos junto con alcohol, lo que puede reducir su eficacia o generar interacciones peligrosas. 
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No seguir las indicaciones médicas, como olvidar dosis o alterar la cantidad prescrita. 
Señales de advertencia
El inicio del consumo problemático de sustancias suele estar asociado a cambios vitales importantes, como:
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La jubilación 
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La pérdida de un ser querido 
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Mudanzas o cambios de residencia 
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Diagnóstico de enfermedades graves 
Cambios en el comportamiento
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Caídas frecuentes 
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Incontinencia urinaria 
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Dolores de cabeza o mareos más habituales 
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Descuido en la higiene personal 
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Cambios en la alimentación 
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Aislamiento social 
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Problemas legales o financieros 
Cambios mentales o emocionales
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Ansiedad constante 
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Problemas de memoria 
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Dificultades para tomar decisiones 
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Pérdida de interés por actividades habituales 
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Tristeza, altibajos emocionales o depresión 
¿Qué hacer?
El primer paso es reconocer la necesidad de ayuda y buscar apoyo.
Si no sabes a dónde acudir, el centro de salud puede orientarte sobre:
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Terapia psicológica 
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Tratamiento farmacológico 
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Otros tipos de apoyo social o comunitario 
Nunca es tarde para llevar una vida saludable
Adoptar buenos hábitos puede prevenir muchas enfermedades o evitar que se agraven. Aquí algunas pautas recomendadas:
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Realizar ejercicio regularmente: Fortalece huesos, corazón y pulmones, mejora el ánimo y facilita el descanso. 
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Controlar el peso corporal: Reduce el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, varices y más. 
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No fumar: El tabaco es causa directa de una de cada cinco muertes. Incluso el humo ajeno es perjudicial. 
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Evitar o moderar el consumo de alcohol: Especialmente si hay antecedentes de abuso o enfermedades asociadas. 
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Tomar los medicamentos según indicación médica: Usarlos de otro modo puede ser considerado drogadicción. 
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Seguir una dieta equilibrada: Clave para controlar la diabetes, el colesterol y la presión arterial. 
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Cuidar la salud bucodental: Una buena higiene oral es esencial para conservar dientes y encías sanos. 
Quiérete
Haz algún cambio en tu vida si, después de leer esto, crees que lo necesitas.
Te sentirás orgullosa u orgulloso de haber comenzado —o de seguir manteniendo— un estilo de vida saludable.






