Fundación Juan Cruzado-Vértice Salud edita una guía legal para Personas Mayores que puedan padecer demencia

La demencia afecta a 47 millones de personas en todo el mundo y se espera que se eleve a 75 millones en 2030 y 132 millones en 2050 según el último informe de la Organización Mundial de la Salud, pues se contabiliza un nuevo caso cada tres segundos.  En el caso concreto de España se estima que hay unas 700.000 personas con demencia, siendo el Alzheimer la más habitual, y se podrían alcanzar los dos millones en 2050.

La posibilidad de sufrir esta enfermedad es cada vez mayor, fruto de un mayor envejecimiento de la población, y Fundación Juan Cruzado-Vértice Salud ha editado una guía de herramientas legales de prevención para las Personas Mayores que puedan padecer demencia que se puede descargar aquí.

Una de esas herramientas es la de los poderes generales preventivos, a través de la cual la persona que teme poder sufrir una demencia elige a una o a varias personas o incluso a una institución para que defienda sus intereses, extinguiéndose con el fallecimiento del individuo. Se puede solicitar en un notario en cualquier momento de la vida adulta y hasta el momento de la pérdida de la capacidad por la demencia con un coste de unos 130 euros.

 

Los poderes generales preventivos, la autotutela, las voluntades anticipadas, el documento de incapacitación y el testamento son herramientas legales 

 

En segundo lugar está la autotutela, que ayuda a escoger o excluir a la persona que cuidará de la persona con demencia (tutor) o de su patrimonio (administrador). Permite, por ejemplo, evitar que un juez nombre como tutor a una persona que la persona dependiente no considere la más adecuada. Se solicita en el notario y cuesta unos 60 euros.

Otra herramienta legal son las voluntades anticipadas que tienen como objeto dar instrucciones necesarias para la realización de tratamientos médicos. Tiene un coste de unos 60 euros y se puede solicitar al notario o elaborar un documento privado firmado ante tres testimonios sin relación de parentesco.

En cuarto lugar está el documento de incapacitación, que sirve para convertir a una persona en el tutor legal de la persona enferma con demencia al no poder tomar ésta última sus propias decisiones. Cuando la persona enferma no ha firmado previamente unos poderes preventivos o una autotutela y exista un desamparo se puede recurrir a esa incapacitación. No obstante, debe aprobarlo un juez y tiene un coste de entre 1.000 y 2.000 euros.

Por último está el testamento como tal, donde la persona decide a quién le da sus bienes cuando fallezca. Se solicita en el notario y tiene un precio de unos 100 euros.

Información elaborada por Angel Recio

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