¿Qué consideramos AVD?
Las AVDs (Actividades de La Vida Diaria) son aquellas tareas cotidianas, que el ser humano realiza en su día a día a través de tareas y rutinas y que le permiten vivir de forma autónoma e integrada en la sociedad, cumpliendo así su rol dentro de ella. Podemos diferenciar entre básicas e instrumentales.
- Básicas: orientadas hacia el cuidado del propio cuerpo. Por ejemplo: comer, ducharnos o ir al wc.
- Instrumentales: orientadas hacia el manejo en el hogar y entorno comunitario. Por ejemplo: usar medios de transporte, tomar mi propia medicación o ir de compras.
Asimismo, podemos establecer grados de dependencia y, por consiguiente, de autonomía de las personas dependientes:
- GRADO 1: Dependencia moderada. Ayuda en AVD al menos una vez al día.
- GRADO 2: Dependencia severa. Ayuda dos o tres veces al día.
- GRADO 3: Gran dependencia. Requiere ayuda constante. Pérdida total de autonomía
Mantenimiento de las AVD Básicas
En numerosas ocasiones, los terapeutas buscamos infinidad de actividades ingeniosas para conseguir estimular tanto el área física como cognitiva de los pacientes. Y se nos olvida que lo más sencillo es muchas veces lo que mejor funciona. No hace falta buscar actividades con material de última generación, hay Actividades de la Vida Diaria que suponen una gran estimulación cognitiva y física.
Es cierto que debe ser significativa para la persona; es decir, si es algo que anteriormente nunca ha hecho, no tendrá sentido hacerlo ahora.
Algunas actividades sencillas de la vida diaria que pueden suponer una estimulación para la persona dependiente pueden ser:
- Doblar paños de cocina o ropa ligera
- Poner la mesa (crear un salvamantel de ayuda)
- Fregar vasos o platos
- Limpiar superficies
- Barrer o pasar la mopa
- Tender o recoger ropa ligera (tendedero portable)
Y no debemos preocuparnos nunca del resultado, es decir, no es importante si ha barrido bien o no, o si los platos los deja perfectamente limpios o no. Lo relevante es el rato que pasa ocupado en esa actividad y el refuerzo positivo que recibe por nuestra parte, ya que agradeceremos su colaboración y lo bien que lo ha hecho. Esto hace que la persona se sienta útil y mejora su autoestima.
También es muy importante tener en cuenta que las actitudes y la forma de comportarse de familiares y cuidadores también influyen en el grado de autonomía de una persona.
Algunos consejos generales para mantener la autonomía en casa:
- Mantener el orden en la habitación de la persona a cuidar. Es más difícil organizarse y encontrar un objeto en una habitación desordenada, que si todo está ordenado y dejamos a su alcance los utensilios que pueda necesitar, por ejemplo en la habitación para vestirse o en el baño para lavarse los dientes.
- Mantener un entorno cómodo y tranquilo, con buena iluminación y temperatura.
- Dar un tiempo de respuesta adecuado: esto es, dejar que la persona atendida haga cosas, aunque sean pocas y las haga con dificultad, lentamente o se equivoque.
- Si tenemos prisa o hemos tenido un mal día, es mejor dejarlo para otro momento: no recriminarle ni reñirle si hace cosas mal y si toma iniciativas por su cuenta.
- Ajustar nuestro lenguaje, sencillo y directo, no infantilizado: antes de iniciar la actividad, explicarle lo que ha de hacer y cómo lo hará (paso por paso)
- Reforzar los esfuerzos: recompensar con elogios cualquier actividad realizada de forma autónoma.
- Proporcionar un desafío justo: si fuera necesario, adaptar la tarea, dividiéndola en pasos, de manera que sea más fácil su comprensión. Teniendo en cuenta que es preferible completar un paso que la tarea completa.
- Fomentar la práctica de los ejercicios físicos. Esto es un aspecto importante, ya que el momento en que dejan de caminar va a marcar un punto de inflexión en la adaptación del entorno y, por supuesto, en los cuidados generales.
- Uso de dispositivos de comunicación y de nuevas tecnologías que les ayuden en su identificación, localización y vida diaria: Google Maps, be Prevent (app para afectados y cuidadores de alzheimer), pegatinas inteligentes (por ejemplo, en los electrodomésticos), pulseras inteligentes de identificación, etc.
- Adaptar la casa a las necesidades de la persona a cuidar utilizando productos de apoyo (asideros, elevadores, grúas para personas dependientes…).
Productos de apoyo en casa para personas dependientes y que fomentan su autonomía:
En cuanto a los productos de apoyo (anteriormente conocidos como ayudas técnicas), pueden ser cualquiera de los productos, incluyendo dispositivos, equipo, instrumentos y software, fabricados especialmente o disponibles en el mercado, utilizados por personas con algún déficit y destinados a:
- facilitar la participación
- proteger, apoyar, entrenar, medir o sustituir funciones/estructuras corporales y actividades
- prevenir deficiencias, limitaciones en la actividad o restricciones en la participación
En el mercado hay infinidad de productos de apoyo disponibles en Ortopedias que pueden hacer más fácil la vida de los cuidadores y cuidadoras de personas dependientes, y que consiguen que la persona afectada tenga mayor autonomía.
Recuerda que tienes a nuestra disposición en la web de www.fundacionjcold.solbyte.dev un espacio para la comunidad de Cuidadores y Cuidadoras, llamada Cuidadores 10, en la que puedes contar con formación y recursos gratuito, si es tu caso.
Sobre la autora
Marina Sáez es Directora del Instituto de Neurorrehabilitación y Envejecimiento Activo de Málaga, perteneciente a la Fundación Juan Cruzado. Marina Sáez: Terapeuta Ocupacional de vocación y de profesión, cuenta con más de 12 años de experiencia en la atención de personas dependientes a través de la Terapia Ocupacional.