Tradicionalmente se piensa que estar gordo es un serio problema para la salud y, de hecho, lo es en muchas ocasiones, pero no siempre hay una correlación directa. Un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red en Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes), un consorcio dependiente del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Ciencia e Innovación) y cofinanciado con fondos FEDER, afirma que las Personas Mayores que tienen una potencia muscular alta tienen una esperanza y calidad de vida mayor que aquellos que tienen una potencia muscular baja, independientemente de su índice de masa corporal, de su porcentaje de grasa, de la cintura que tengan o de la inactividad física. Dicho de otra forma, es mejor estar fuerte aunque se esté un poco relleno que delgado y flojo.
En el estudio, llamado Exernet y que acaba de ser publicado en la revista British Journal of Sports Medicine, se ha analizado a 2.563 personas de entre 65 y 91 años y se ha realizado un seguimiento sobre su mortalidad durante nueve años. Aquellas personas que tenían una potencia muscular alta han tenido un grado de mortalidad inferior que las que la tenían baja.
“Si tienes suficiente potencia muscular no es tan relevante si eres obeso o no; lo realmente importante en Personas Mayores para predecir la mortalidad es la potencia muscular”, ha afirmado Ignacio Ara, uno de los autores del informe que puede consultar aquí.
Investigadores han hecho un estudio con 2.563 personas de entre 65 y 91 años
Ser de constitución delgada es, según este estudio, un factor de supervivencia solo cuando va acompañado de niveles adecuados de potencia muscular. Sin embargo, la obesidad según el índice de grasa (un marcador diferente al porcentaje de grasa) sí mitigó los beneficios de supervivencia proporcionados por los niveles adecuados de potencia muscular en los adultos mayores.
“Si es posible, la evaluación del índice de grasa debe preferirse a otros marcadores de adiposidad, ya que es más apropiado para cuantificar la cantidad de grasa corporal y fue el único marcador de obesidad que mitigó los beneficios de supervivencia de la potencia muscular”, añadió Julián Alcázar, investigador del Ciberfes y primer firmante del artículo.
Este estudio abre nuevas vías para la práctica clínica en el futuro. En este sentido, los investigadores concluyen que es urgente evaluar siempre los casos de potencia muscular baja en la práctica clínica diaria, dada su asociación con los factores de riesgo entre este colectivo.
Información elaborada por Angel Recio