Las pérdidas de equilibrio y las caídas en las Personas Mayores

La inestabilidad se define como los cambios que aparecen con la edad y que pueden ser provocados por las posturas; marcha de pequeños pasos, aumento de la separación de las puntas de los pies, haciendo mayor la base de sustentación y aumentando la latencia en la respuesta refleja motora inconsciente.

La caída sin embargo, se define como una precipitación al suelo, repentina, involuntaria, insospechada, con o sin lesión secundaria, confirmada por la persona o un testigo.

Las caídas constituyen el tipo de accidente más frecuente y grave en las personas mayores, tanto es así que llegan a representar el 75% de las muertes accidentales en los mayores de 75 años. Por ello es importante su prevención. La mayor susceptibilidad de las personas mayores a las caídas se debe a una serie de razones entre las que destacan la alta prevalencia de enfermedades que alteran la estabilidad (accidente cerebrovascular agudo, Parkinson, patologías del pie, osteoartrosis, etc.) y factores relacionados con el propio proceso de envejecimiento.¹

Otro dato importante es que se estima que las personas dependientes en sus actividades de la vida diaria, son 78% más propensas a caerse que una que no posee esas dificultades.²

Hay un tema que preocupa a toda la población y que se repite constantemente: nadie desea ser una carga. Y es que el valerse por sí mismo es lo que más se estima a la hora de envejecer. Poder ser independiente para realizar las actividades de la vida diaria y ser capaz de desplazarse tanto por la casa como por la calle es algo que no se suele apreciar hasta que se pierde. Es por ello que cualquier tipo de caída produce en la persona una sensación de inseguridad que la hace más dependiente durante una temporada y precisa de una recuperación posterior, tanto de la marcha como del equilibrio.

Una de las consecuencias a tener muy en cuenta se da en el ámbito psicológico. La más importante es el síndrome postcaída, que se caracteriza por miedo a volver a caer. Esto supone una serie de cambios de comportamiento que se traducen en una disminución de las actividades físicas habituales y sociales. Entre el 9 y el 26% de las personas que han sufrido una caída reconocen que ésta ha cambiado su vida.³

Uno de los principales objetivos de nuestro centro es la prevención de caídas y el fomento de la autonomía de las personas mayores para así mejorar tanto su estado físico como psicológico, siendo así un centro de libre sujeción.

Desde el Área de Fisioterapia de Fundación Juan Cruzado, y siendo este año uno de los objetivos planteados por el equipo, trabajamos a diario con ejercicios tanto grupales como individuales, dependiendo de la necesidad de cada usuario y siendo valorados previamente mediante escalas de marcha y equilibrio.

Con todo esto conseguimos que las personas mayores sientan mayor seguridad en su vida diaria y no pierdan las ganas de realizar y disfrutar de diferentes actividades por miedo o baja autoestima y depresión.

¡Trabajamos por y para las Personas Mayores!

BIBLIOGRAFÍA