Positividad y alegría en las Personas Mayores para vivir más y mejor

Conseguir que las Personas Mayores estén fuertes mentalmente, positivas, alegres y con ganas de hacer cosas es básico para todo el equipo de profesionales que trabaja en la Fundación Juan Cruzado-Vértice Salud porque cuando se es optimista todo sale mejor, se disfruta más de la vida y se minimizan los problemas.

En el caso de las Personas Mayores, encontrarse bien desde un punto de vista psicológico es importantísimo ya que son personas que suelen tener dolores, pueden presentar algunos síntomas de predependencia, haber perdido a seres queridos o sentirse solas. Y, en estos casos, el apoyo profesional es más que necesario.

¿Cómo trabajamos en la Fundación Juan Cruzado- Vértice-Salud en el campo psicológico con las Personas Mayores? Nuestra psicóloga, Irene Godoy, explica que realiza diariamente dos tipos de estimulación en función del estado en el que se encuentre la Persona Mayor.

Con las Personas Mayores que no tienen dependencia se actúa desde la terapia emocional, es decir, con dinámicas con las que se trabaja la autoestima, la asertividad, el compañerismo, etcétera. “A mí me gusta mucho que ellos y ellas hablen. Es como una miniterapia. Trabajamos mucho con las emociones, ponemos partes de canciones que le recuerdan tiempos pasados, vemos qué le hacen sentir diversos colores, dibujos, expresiones…”, afirma Godoy, quien resalta que “hay personas que se abren mucho a las emociones e incluso lloran cuando hablan de sus hijos o de momentos del pasado y otras personas a las que les cuesta más abrirse”. Habitualmente, señala la psicóloga de la Fundación, “las mujeres suelen hablar más del amor, la ternura o la devoción”.

 

 

Por otra parte, con las personas que sí tienen un deterioro cognitivo nuestra psicóloga incide en aspectos como la atención, la memoria, el lenguaje o el cálculo para mantener activas las neuronas.

Atención centrada en la Persona

En la Fundación Juan Cruzado-Vértice Salud se trabaja desde la metodología de la Atención Centrada en la Persona, por lo que la terapia se ajusta a la necesidad de cada usuario y sus gustos.

El equipo de la Fundación hace una evaluación inicial para saber en qué estado físico y mental se encuentra la Persona Mayor. En el aspecto psicológico, Godoy les hace el test Minimental (que evalúa el deterioro cognitivo), una escala de depresión geriátrica (mide posibles casos de depresión) y los test del reloj o el de Reisberg cuando el usuario tiene síntomas iniciales de Alzheimer.

Una vez realizada esa primera valoración, se hace un seguimiento de la evolución semestral y se ven numerosos casos de éxito. “Uno de ellos es el de Eduardo, que al entrar en la Fundación iba en silla de ruedas y ahora no solo se ha arrancado a andar sino que incluso da unos pasos de baile. Otro es el de María José, que nunca había hecho en su vida un sudoku, le puse uno, ha aprendido y ahora todos los días me pide uno; o los casos de Carmen o Angeles que entraron sin saber escribir y ahora ya saben escribir sus nombres y más palabras”, comenta Godoy con satisfacción.

 

«Nosotros trabajamos mucho con las emociones. Me gusta mucho que las Personas Mayores hablen y expresen sus sentimientos», afirma Irene Godoy, psicóloga de la Fundación

 

La clave es trabajar cada día y que la Persona Mayor se vaya sintiendo cada vez más capaz e ilusionada. “Yo veo que las Personas Mayores que vienen a la Fundación están animadas y les viene muy bien venir porque así pueden tener una rutina que les resulta beneficiosa. Llegan por la mañana, desayunan, hacen actividades, hablan con los compañeros… Esa rutina es muy positiva”, subraya Godoy.

Información elaborada por Angel Recio

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