La neuropsicología es una rama de la psicología que estudia la relación entre el cerebro y la conducta. Es decir, las relaciones que se establecen entre procesos cognitivos, el comportamiento y el entorno. Este estudio puede hacerse de manera bidireccional: conociendo dónde se encuentra el daño en el cerebro podemos esperar unos cambios en la cognición y conducta de la persona, y viceversa, observando los cambios conductuales y cognitivos podemos inferir las estructuras y/o circuitos cerebrales que pueden estar dañados.
¿QUÉ APORTA LA NEUROPSICOLOGÍA EN LA NEURORREHABILITACIÓN?
El área de neuropsicología está enfocada a la rehabilitación/estimulación de las capacidades cognitivas alteradas tras algún tipo de afectación neurológica. Estas capacidades son: orientación, atención, memoria, lenguaje, percepción, praxias, gnosias, funciones ejecutivas y cognición social.
El objetivo principal que se busca desde la neuropsicología es intentar minimizar los déficits para poder mejorar la calidad de vida de la persona.
¿CÓMO SE TRABAJA?
Las funciones del neuropsicólogo en todo el proceso de rehabilitación son varias:
Recogida de datos: Se hace un estudio previo del caso para recopilar datos importantes que sirvan a la hora de seleccionar los diferentes instrumentos de evaluación y elaborar una primera hipótesis del caso. Algunos de los datos relevantes son el tipo de enfermedad, lugar de la lesión, nivel educativo del paciente, funcionalidad en el día a día….
Evaluación: Se realiza una evaluación exhaustiva de los procesos cognitivos (memoria, atención, lenguaje…), la conducta (irritabilidad, agresividad, impulsividad, desinhibición…) y la emoción (apatía, euforia, tristeza…).
Análisis de los datos y elaboración del informe: Tras la evaluación, se analizarán los resultados para ver cuáles son los procesos alterados y se elaborará un informe para devolver al paciente el diagnóstico neuropsicológico.
Elaboración del plan de intervención: La elaboración del plan de intervención se lleva a cabo a través de un enfoque funcional basado en la ciencia. Los objetivos de tratamiento son definidos junto con el resto del equipo transdisciplinar de forma individualizada según las necesidades de cada persona. Se establecerá un orden de prioridades en los objetivos a conseguir, siempre teniendo en cuenta los deseos de la persona.
Rehabilitación: El proceso de rehabilitación será siempre individualizado y se centrará en favorecer la autonomía del paciente, así como su integración social, familiar o laboral a través de un entrenamiento de las funciones cognitivas, conductuales y emocionales afectadas tras sufrir un daño cerebral adquirido o una enfermedad neurológica. Se establecerá un tiempo para trabajar los objetivos propuestos.
Re-evaluación: La intervención debe tener un componente de evaluación constante. Por ello, se irán realizando diversos seguimientos durante la intervención con el fin de compararlo con los datos recogidos durante la primera evaluación y poder constatar los progresos de la persona y, si no se producen los cambios esperados, readaptar los objetivos.
Elena Durá Pérez,
Neuropsicóloga en Instituto de Neurorrehabilitación y Envejecimiento Activo